Pobreza energética: qué es, indicadores y causas
¿Qué es?
Hablamos de pobreza energética cuando en un hogar resulta imposible satisfacer la necesidad de consumo de energía. Algunas de las causas principales de que esto suceda son la baja eficiencia energética de las viviendas, los bajos ingresos y el elevado precio de la energía.
Indicadores
En España para determinar la pobreza energética existen 4 indicadores principales:
Porcentaje de la población con gasto desproporcionado (2M)
Hace referencia a la población que gasta el doble de la media por hogar. Aunque varía todos los años, estaríamos hablando de aquellas personas que destinan más de un 10% de sus ingresos a pagar las facturas.
Pobreza energética escondida (PEE)
Mide el porcentaje de población cuyo gasto de energía doméstica está por debajo de la mitad de la media nacional.
Incapacidad de mantener una temperatura adecuada (entre los 18 y 21 grados)
Retrasos en el pago de las facturas
¿Cómo combatirla?
Para ayudar a combatir la pobreza energética en este apartado se mencionan algunas pautas de ahorro básicas.
1. Sellar puertas y ventanas
No es preciso llamar a ningún profesional, es algo que podemos hacer por nuestra cuenta. Para ello la opción más barata es comprar burletes, que son unas tiras de material aislante que se colocan en cantos de puertas y/o ventanas. Los colocaremos en las puertas y ventanas que dan al exterior y en las de aquellas estancias en las que no tengamos calefacción, para de este modo sellarlas herméticamente.
En puertas se pueden colocar en las bases, el marco y batientes, mientras que en las ventanas se deben poner en todos los lados.
Hay burletes de varios tipos. Para estos casos los más apropiados son los de caucho y silicona, dado que son los más resistentes a los cambios del clima.
A continuación os dejamos un breve vídeo sobre como ponerlos.
2. Apagar aparatos en standby (aquellos que están siempre conectados a la red aunque no se utilicen)
Los aparatos en standby suponen el 10% del consumo energético total del hogar. Para evitarlo podemos emplear temporizadores (para la calefacción o el termo eléctrico, por ejemplo). También podemos usar regletas con interruptor para aparatos como la mini cadena, la televisión, ordenador, cargadores… Y tenerlos apagados cuando no los estemos usando para reducir el consumo.
3. Renovar los electrodomésticos
Esta opción suena cara, no obstante el ahorro a largo plazo compensa. Si cambiamos aquellos electrodomésticos de alto consumo por los de bajo (A+++) el ahorro puede llegar a ser hasta del 50%.
4. Mantener una temperatura estable
Producir cambios constantes en la temperatura del hogar y encender y apagar los aparatos produce un gasto elevado de energía.
Es importante purgar los radiadores, de lo contrario será preciso emplear una mayor potencia para su funcionamiento, que finalmente se verá reflejada en las facturas. La temperatura óptima para la calefacción está entre los 19ºC y 21ºC, ya que por encima de esta el consumo se dispara.
5. Usar leds en vez de bombillas tradicionales
Debido a su menor precio es tentador seguir usando las bombillas tradicionales, no obstante las leds, además de un menor consumo, tienen una vida útil 20 veces superior.
6. Tener cuidado con el uso del frigorífico
Se estima que los electrodomésticos suponen hasta el 45% del consumo de energía del hogar, de este 45% el 18% se debe al frigorífico.
Para un mayor ahorro se recomienda seguir una sería de pautas que muchas veces pasamos por alto:
- Evitar abrirlo varias veces. Es mejor dedicar un poco de tiempo a pensar en todo lo que vamos a necesitar.
- No meter comida caliente. Esto hace aumentar la temperatura y que el frigorífico deba emplear más energía para mantener frescos los alimentos.
- Descongelar con regularidad para evitar placas de hielo. Tan solo 3 mililitros de escarchar pueden hacer subir el consumo en un 30%.
- No instalar cerca de fuentes de calor (horno, radiador, etc.)
- No usar temperaturas demasiado bajas. 5ºC para la nevera y -18ºC para el congelador es suficiente.
7. Poner alfombras en el suelo
Igual que sucede con las puertas y ventanas el calor también puede escapar por el suelo. Para un mejor aislamiento y sensación de calidez es recomendable poner alfombras en el salón y habitaciones.
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