¿Cómo afecta la pobreza energética en la infancia?

La infancia es la etapa de la vida más importante en el desarrollo de la persona: es el momento en el que se construye la base de la personalidad, la que nos dictará nuestra forma de ser.

los niños y niñas tienen derecho a un nivel de vida adecuado a su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social

Art. 27 Derechos Infancia en Naciones Unidas

Es de vital importancia que el entorno de la niña y el niño sea el adecuado, ya no solo a nivel familiar, sino también físico. Con esto nos referimos a que el hogar tiene que ser un refugio, un lugar en el que se sientan cómodos y seguros para un correcto desarrollo integral.

niño mirando al horizonte
happy kid play superhero , boy power concept

Y es precisamente en este punto donde entra en juego la pobreza energética, teniendo presente que tanto niñas, niños como adolescentes, son especialmente vulnerables.

Contexto entre infancia y pobreza energética

Antes de analizar los impactos de la pobreza energética en la infancia, tenemos que hacer hincapié en la normativa, que es la base legal sobre la que nos sustentamos como sociedad. 

En el artículo 27 de la Convención sobre los Derechos de la Infancia de las Naciones Unidas, se menciona que los estados miembros, entre los que se encuentra España, reconocen el derecho de todos los niños y niñas a un nivel de vida adecuado a su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. Además, especifica que los estados miembros tienen que tomar las medidas apropiadas para ayudar a los padres, madres o cualquier otra persona responsable del niño o niña a hacer efectivo este derecho, incluyendo de forma explícita la vivienda.

vivienda precaria

Desde que nacemos y durante toda nuestra vida, tenemos necesidades vinculadas a la energía que son esenciales para un buen estado de salud y un correcto desarrollo. Más allá de poder mantener una temperatura adecuada en el hogar en los meses más fríos, hay que considerar también, entre muchos otros aspectos, la necesidad de agua caliente para el baño, poder tener una iluminación adecuada o mantener la comida en condiciones óptimas para su conservación.

Ante una situación de precariedad energética, las familias generalmente optan por cuatro estrategias: reducir el consumo energético por debajo del nivel necesario para cubrir las necesidades energéticas básicas, reducir el consumo de otros bienes y servicios para poder hacer frente a la factura energética, endeudarse para poder pagar las facturas o conectarse de forma irregular e insegura a la red. 

niña contra la pared con un osito

Estas estrategias relacionadas con la pobreza energética, afectan de forma directa a la infancia en cuatro dimensiones básicas para su buen desarrollo físico, mental, moral y social. 

Cuatro estrategias

A continuación, daremos una pequeña pincelada de estas cuatro dimensiones, que seguiremos ampliando en los próximos artículos: 

– La salud física se resiente porque tienen más probabilidad de sufrir enfermedades, como asma, bronquitis o malnutrición.  

– Afecta a la salud mental de diferentes formas, ya sea con estrés familiar como consecuencia de las deudas, el aislamiento o la mala higiene.   

– En relación a la educación, hay estudios que demuestran que hay un aumento de absentismo escolar, así como falta de concentración o imposibilidad para hacer los deberes.  

– Y cómo no, la pobreza energética lleva a algunos hogares a ser inseguros por conectarse de forma irregular, lo que conlleva a un riesgo de incendio o electrocución. 

¿Qué te parece? ¿Cómo crees que podemos garantizar los derechos de la infancia frente a la pobreza energética? Dínoslo a través de nuestras redes sociales, ¡te esperamos!

Fuente: Precarietat energètica e infància en Barcelona

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